
El Mito de la Diosa Hécate
Diosa de la brujería, adivinación, los fantasmas y las hierbas venenosas en la antigua Grecia, algunos dicen que es la inspiración de la estatua de la libertad. Única hija de la titánide Asteria asociada con las estrellas, encargada de proteger a Zeus cuando nació para que se preparara para derrocar a su padre Cronos.
A esta diosa le gustaba permanecer al margen y ayudaba a Hestia como protectora del hogar y la familia.
Para Hesíodo Hécate era una diosa triple y se la representaba con 3 rostros debido a sus temperamentos. Generosa por un lado vengativa por otro y otros decían que podía ser neutral.
Se la representaba con una cabeza de serpiente, una de caballo y otra de perro y por otro también se decía que uno de sus rostros representaba a Selene la anciana de los cielos, a la doncella Perséfone en el inframundo y a Artemisa la cazadora de la tierra.
No obstante, los griegos la temían, la respetaban y recibían sus dones, otros se refieren a ella como la regente que divide el mundo de los vivos con el inframundo. Se cuenta que Hécate ayudo a Deméter cuando Hades secuestro a Perséfone y la acompañó cuando fue a recogerla cuando Hades la liberó.
Como Perséfone temía a la oscuridad del inframundo, Hécate se ofreció a acompañarla y guiarla con su antorcha marcando su camino. Hades vio con buenos ojos este gesto y la invitó como huésped de honor de su reino otorgándole la misión de ayudar a los difuntos a cruzar al inframundo y esperar por su próxima vida.
Tras el nacimiento del movimiento cristiano su figura fue asociada con la brujería denominándolo como la Reina de las brujas y su culto paso a ser maligno.