
La Mitología mesoamericana influenció la vida cotidiana, arte, política y religión de una variedad de culturas y pueblos, como los aztecas, los mayas, los zapotecas y los toltecas que actualmente corresponden a México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y Nicaragua entre otros.
Al igual que otras mitologías antiguas, cada una de estas culturas tenía sus propias deidades que eran adorados en ceremonias religiosas en los templos y cada una de ellas personificaban fuerzas naturales, elementos cósmicos y aspectos de la vida humana y podían atribuirles tanto poderes benéficos como destructivos.
La mitología mesoamericana estaba básicamente ligada a la naturaleza y el cosmos y sus mitos explicaban el origen de los seres humanos, la creación del mundo, y la relación entre los dioses y los mortales.
Los mitos y las ceremonias religiosas se relacionaban con la observación de fenómenos astronómicos, como los movimientos del sol, la luna y las estrellas y elaboraron calendarios muy precisos marcado por la sucesión de eras cósmicas.
La mitología mesoamericana también contempla la idea de dualidad entre fuerzas como vida y muerte, luz y oscuridad, orden y caos y estás se reflejan en múltiples rituales y sacrificios humanos que se realizaban para apaciguar la ira de los dioses.
Algunas de las deidades más destacadas de la mitología mesoamericana incluyen a Quetzalcóatl, dios del viento y la sabiduría entre los aztecas; Tezcatlipoca, dios del destino y la guerra; Tláloc, dios de la lluvia y la fertilidad; y Coatlicue, diosa de la tierra y la maternidad.
Estas deidades continúan siendo objeto de estudio e interés en la actualidad.
Los dioses de la mitología mesoamericana son fascinantes y llenos de significado. Permíteme presentarte a algunos de los principales: