
La mitología hindú está profundamente conectada con la religión, la filosofía y la cultura de la India y ha evolucionado durante miles de años en el subcontinente indio convirtiéndose en una de las más ricas y complejas del mundo.
Los mitos hindúes abarcan una extensa gama de historias sobre los dioses, héroes, demonios, y las fuerzas del universo y algunos de los más importantes forman parte de la Trimurti, la trinidad divina que representa el ciclo cósmico de creación, preservación y destrucción.
Brahmá: El dios creador del universo
Vishnú: El dios preservador, también de la Trimurti, es uno de los más importantes y venerados y se encarna en diferentes avatares cuando el mundo está en peligro para restaurar el orden. Sus encarnaciones más famosas son Rama y Krishna.
Shiva: El dios destructor, no solo del mal y la ignorancia, sino también el que transforma y regenera el cosmos y simboliza tanto la creación como la destrucción y es muy venerado, especialmente en su forma como Nataraja, el señor de la danza cósmica.
Saraswati: Diosa del conocimiento, las artes y la sabiduría, esposa de Brahmá.
Lakshmi: Diosa de la riqueza y la prosperidad, esposa de Vishnú.
Parvati: Diosa de la fertilidad, el amor y la devoción, esposa de Shiva, y madre de Ganesha, el dios con cabeza de elefante, muy popular y venerado como eliminador de obstáculos.
La mitología hindú se narra principalmente a través de varios textos religiosos y literarios, que incluyen los Vedas, los Puranas, los Upanishads y dos de las epopeyas más grandes y conocidas de la literatura mundial: el Mahabharata y el Ramayana.
El Mahabharata es la epopeya más larga del mundo y narra la gran guerra entre dos familias reales, los Pandavas y los Kauravas.
En el Bhagavad Gita, se discuten temas como el deber, la justicia, el dharma y el yoga.
Los mitos hindúes están llenos de batallas entre dioses y demonios. Los asuras, o demonios, representan las fuerzas del caos y la ignorancia, también están llenos de simbolismos. Los dioses y demonios, los animales sagrados (como la vaca), y los objetos como el loto (símbolo de pureza y divinidad), son esenciales para entender las creencias religiosas y la visión del cosmos en el hinduismo. Estos mitos continúan siendo una parte viva de la cultura india, expresados a través de festivales, rituales, arte, música y danza.
La mitología hindú está profundamente entrelazada con las creencias filosóficas sobre el ciclo de la vida, muerte y renacimiento, conocido como Samsara.
Se cree que todas las almas (o atman) están atrapadas en este ciclo de reencarnación, determinado por las acciones de la vida pasada, conocido como karma.
El objetivo último de las almas es alcanzar el moksha, o liberación del ciclo de reencarnación, para unirse con el Brahman, el principio universal.
Según la mitología hindú, el universo pasa por ciclos de creación y destrucción. Un mito popular sobre la creación es el de Purusha, un hombre cósmico que fue sacrificado por los dioses para crear el mundo. De su cuerpo surgieron los cuatro varnas o clases sociales: los brahmanes (sacerdotes) de su boca, los kshatriyas (guerreros) de sus brazos, los vaishyas (comerciantes) de sus muslos y los shudras (sirvientes) de sus pies.
El tiempo en la mitología hindú es cíclico y se organiza en yugas, o eras cósmicas, que son parte de un ciclo más grande llamado kalpa.
Cada yuga representa una fase de declive moral y espiritual, siendo la primera, Satya Yuga, la más pura, y la última, Kali Yuga, la más corrupta y oscura, en la que se cree que actualmente estamos.
La mitología hindú ha influido en múltiples aspectos de la vida cultural y espiritual de la India, es extensa y con infinitas historias que incluyen desde la creación del universo hasta la vida de héroes y dioses reflejando la profunda conexión entre lo divino, la naturaleza y el ciclo de la vida, la muerte y la liberación e innumerables valores éticos y filosóficos que intervienen en el crecimiento espiritual de millones de personas.